Verso Clave: Será como un árbol plantado junto al agua que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor
y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia y nunca deja de dar fruto. Jeremiah 17:8
Más que nunca, vivimos en tiempos turbulentos que deberían obligarnos a estar arraigados en nuestra fe y en quiénes somos en Cristo. Cuando todo a nuestro alrededor está cambiando y nada parece seguro, debemos ser intencionales en nuestros compromisos y firmes en lo que creemos y en quién. Se acerca el día, y ya está aquí, en que seremos probados. Cuando soplen los vientos y tiemble la tierra, ¿permaneceremos? ¿Nos mantendremos firmes? Ha llegado la hora en que nuestros cimientos serán probados para ver cuán profundamente estamos arraigados en Cristo (Col. 2:6-7), en la Palabra de Dios (Sal. 1:2-3), en nuestra comunidad (Hechos 2:42-47) y en nuestra misión (Mt. 28:18-20).
Es hora de sellar tus compromisos con un voto. Elige estar arraigado en una familia de la iglesia que te ayude a crecer. Fundamenta tu fe en la Palabra de Dios. Busca y camina en el llamado de Dios para tu vida. Activa en tu vida los dones ociosos que Dios te ha dado. ¡Se te acaba el tiempo! ¡Es hora de dar fruto! ¡Ahora es el momento de arraigarse!