26 de abril, 2020: La Esperanza en la Perdida | Sermon por Dinah Torres-Quiñones
19 de abril, 2020: La Gloria Despues de la Perdida | Sermon por Pastora Noemi Reyes
12 de abril, 2020: Domingo de Pascua | La Gloria Despues de la Perdida | Sermon por Pastor Tommy Molina
5 de abril, 2020: La Lección en la Perdida | Sermon por Pastor Tommy Molina
Verso Clave: Filipenses 3:8
Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo
Una de las cosas más difíciles en esta vida es la pérdida de algo o alguien. Ya sea que pierda su trabajo, su libertad, un matrimonio, una extremidad, una amistad o un ser querido a la muerte, la verdad es que nadie quiere sufrir una pérdida. Estos momentos de la vida son traumáticos, dolorosos y nos detienen en nuestro camino. De hecho, esta pandemia mundial en la que todos estamos viviendo nos ha afectado a al menos una de estas formas, si no a otras.
Momentos como estos generan muchas preguntas. ¿Por qué pasó esto? ¿Cuánto durará esto? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué pasa con esto o aquello? Sin embargo, una de las mejores preguntas que podemos hacer en un momento de pérdida es, ¿qué he ganado con mi pérdida? Es difícil ver la ganancia en medio de la pérdida, pero si miramos hacia Dios, Él nos lo revelará. Si podemos ver que todo lo que Dios nos ha dejado es nuestra fe y familia, entonces podemos entender todo lo que hemos ganado en nuestra pérdida.
En todas las Escrituras aprendemos que hay gloria después de cada pérdida. Job perdió todo, y Dios lo bendijo más que su vida anterior (Job 42:12). Pablo perdió su libertad, pero cumplió el propósito de Dios al establecer la iglesia primitiva. Pablo nos dice que estaba dispuesto a perderlo todo por ganar a Cristo (Fil 3:8). La pérdida final fue cuando el mundo perdió a Jesús, pero recuperó al Salvador resucitado del mundo. Jesús es nuestra esperanza. Él es nuestra mayor ganancia en cualquier pérdida. Ganar una relación con Jesús supera el valor de todo lo que podemos perder en este mundo. Entonces, mientras trabajamos juntos en nuestras pérdidas y recordamos su muerte y resurrección esta Pascua, mantengámonos firmes en la promesa de Dios de que hay ganancia en nuestra pérdida (Jer. 29:10-11).