Verso clave: Hechos 1:3
Después de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.
Jesús puso patas arriba el sistema religioso y los discípulos no estaban seguros sí Jesús resucitara de entre los muertos. El enseñó, sirvió, sanó, profetizó y luego murió tomando el pecado del mundo. Sus seguidores se preguntaban si vendría más de Jesús, pero sus perseguidores se alegraron de que finalmente hubiera terminado. Había llegado la hora de Su muerte, y solo unos pocos creían que Su muerte no era el final.
Durante los 40 días posteriores a Su resurrección, varios habían sido testigos de la resurrección de Jesús. Su tiempo en la tierra antes de Su ascensión a la diestra del Padre (Marcos 16:19) estuvo lleno de esperanza, temor, duda, gozo, fe y el reino de Dios. Pero ahora que estaba vivo, muchos reflexionaron sobre una pregunta que deberíamos hacernos mientras celebramos la Pascua: ¿qué sigue?
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