Verso Clave: Isaías 6:8, Entonces oí la voz del Señor que decía: —¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí!
Es difícil creer que ha pasado un año desde que nuestro fundador, el reverendo William Vázquez, se fue a casa para estar con el Señor. Mientras tomamos un momento para reflexionar sobre su legado y sus últimos años de ministerio, hubo una urgencia que se destacó sobre lo demás, su corazón por las almas perdidas. Con razón, como seguidores de Jesús, debemos llevar esa misma urgencia en nuestros corazones para compartir el evangelio del reino con todos. Jesús nos llama a ir por todo el mundo y hablar de su amor por nosotros. Nos envía a servir, a ser como ellos para salvarlos. Jesús nos recuerda que cuando alimentamos a los hambrientos, visitamos a los solitarios y cuidamos a los enfermos, lo hacemos por Él.
Este mes nos mantenemos unidos como iglesia en respuesta al llamado de Dios para que vayamos. Cuando Dios llama, ¿cuál será nuestra respuesta? Te retamos a subir a la altura de las circunstancias y permanecer firme en Su promesa y nuestra salvación y decir: ¡Envíame a mí!